Pero bueno, nos aventamos la reunión, les platicamos del precio y su conclusión fue que “en realidad no tenían un problema tan grande”. Que en lugar de pagar por un software que lo hiciera en automático, podían pagar a un becario que hiciera ese trabajo.
Un becario que tienen que estar rotando cada tres meses. Es decir, cada tres meses tienen que:
- Reclutar a un nuevo becario.
- Enseñarle los procesos y la forma de trabajar del despacho.
- Concluir el contrato del becario y empezar el ciclo de nuevo con otra persona.